La Hora Garibaldi

 

TODO AL AZUL

 

Como diría el gran Andrés Montes, mañana comienza el curso baloncestístico 2024-25. Dado que el idioma español es muy rico variado, podemos hacer chistes sobre la situación del Estudiantes Club como por ejemplo no hay dos sin tres o a la tercera va a la vencida. Cualquiera de las dos opciones me da bastante miedo, para qué engañarnos.

Hace tiempo ya que el Estudiantes dejó de ser ese equipo aguerrido y entusiasta que ponía contra las cuerdas a los más poderosos Clubs de fútbol llegando a ser en la década de los 90 el equipo que más veces había jugado play off de toda la ACB, nunca fallaba, eterno semifinalista. Hasta que se marchitó la flor (la caja de caudales más bien). Una serie de malas gestiones de todas las directivas y por qué no decirlo, una afición narcotizada mirando hacia otro lado nos ha llevado a la situación actual, un equipo histórico (a la par que histérico) en el fango de la LEB y con una deuda arrastrada que ni la propia Hacienda sabe cuantificar, que se sepa son 7 millones al día de hoy más, OJO, 8 millones más de la Fundación que el propio presidente, el ínclito Triana, dijo esta semana que no le preocupaba tanto. Parafraseando a Joan Laporta podemos decir entonces aquello de “al loro que no estamos tan mal”. Pues que Dios nos pille confesados.

¿Y como se va a desarrollar la Temporada? Por la cuenta que nos trae espero que bien, aunque los palos anteriores han sido tan fuertes que un servidor va con pies de plomo. Hace no tanto el Baloncesto Zaragoza (o CAI Zaragoza, si lo prefieren) se tiró 6 años seguidos en LEB + otro adicional al bajar de la ACB tan pronto como subió. ¿Es esta nuestra referencia? el parquet dirá en una competición muy dura, con equipos con mucha experiencia ACB (Basket Sevilla, Fuenlabrada, Obradoiro, Baloncesto Miraflores…) y con presupuestos más elevados que el nuestro. El deber del Estu ha de ser competir hasta el último segundo y como objetivo ascender, pero hay que tener muy claro que va a ser durísimo, con pistas encerrona más propias de canchas de instituto y con arbitrajes calamitosos. Todo eso ya lo hemos vivido.

Por lo tanto, hagan sus apuestas, yo lo fío todo al azul.

Matías